Vampiros exclusivamente para chicas

Luego de venir siguiendo el éxito y las noticias de sus secuelas en este mismo blog tuve la oportunidad de ver la tan mencionada Crepúsculo (Twilight), la primera adaptación de una saga de cuatro novelas adolescentes escritas por la autora nacida en Connecticut Stephenie Meyer.
Primero que nada, hay que advertir a todo hombre acostumbrado al cine de vampiros de acción y sangre que, lamentablemente, Crepúsculo carece de ambos. El film está orientado claramente al publico femenino y, si bien por los comentarios que recibimos en el blog, Crepúsculo fue bien recibida por este público, los hombres van a salir decepcionados al no encontrar sus ansias de acción, sangre y batalla satisfechas.Creo que Summit ha apuntado excesivamente la adaptación al público femenino dejando de lado al masculino, tan numeroso a la hora de facturar. Un poco más de acción y violencia -aunque me comentaron que incluso la película tiene más que la novela- no le hubiera venido nada mal a esta primera entrega. Pero ok, entiendo que en la primera hay que presentar los personajes, sus historias y motivaciones, pero repito, un poco más de acción no le habría venido mal. Esperemos que las secuelas tomen nota de esto.
Seguramente la adaptación ha obviado muchas cosas que en la novela están presentes, cosas que ayudarían a comprender el profundo amor que desarrollan los protagonistas en la trama que, al ser una adaptación de cerca de 122 minutos, aparecen demasiado resumidas y, de golpe, nos encontramos con que Edward y Bella llevan meses de amarse aman tanto como para morir el uno por el otro. Además, ¿Porque Edward está a punto de romper en llanto en cada escena? Me resultó ultra molesto.
Algo que me sorprendió es lo pobre que son los efectos especiales, sobre todo las acciones realizadas con arneses de cables… muy poco convincentes. Estamos en 2008, películas como estas de gran presupuesto no deberían tener efectos tan pobres. En fin… si en un anterior post se debatía acerca de la batalla de popularidad entre Crepúsculo y Harry Potter, ahora sé que ésta última no debe temer por su supremacía.